Tal vez hayas oído hablar del Shinrin yoku. Se trata de una palabra japonesa que significa «baño de bosque» y que describe la práctica de la exposición lenta y deliberada a las vistas, sonidos y olores del bosque.
Los baños de bosque nacieron en Japón, durante los años 80 y se practican como una forma de reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, combinados con los beneficios del aire fresco y la luz del sol.
El Shinrin Yoku es parte de la medicina japonesa y se calcula que al menos unos dos millones y medio de personas lo practican con guías especializados cada año en ese país.
El baño de bosque es una práctica que cualquiera puede realizar en la naturaleza y se recomienda al igual que la práctica de deportes habitual y tener una dieta balanceada.
No hace falta ser un experto en senderismo ni disponer de mucho tiempo libre para aprovechar estos beneficios: lo único que se necesita es la voluntad de estar inmerso en el bosque durante unas horas.
Si buscas experiencias naturales al aire libre que te levanten el ánimo y te ayuden a encontrar el equilibrio, los bosques ofrecen desde senderos fáciles hasta caminatas extenuantes con vistas panorámicas.
Beneficios fisiológicos y sicológicos científicamente comprobados:
- Disminuye el cortisol u hormona del estrés.
- Mejora el ánimo y aumenta la sensación de salud y fortaleza.
- Refuerza el sistema inmunológico.
- Mejora la creatividad.
- Reduce el ritmo cardíaco y la ansiedad.
- Aumenta la capacidad de concentración.
- Mejora el sueño y buen dormir.
- Recuperación acelerada de un postoperatorio.
- Disminuye la depresión y hostilidad.
El Shinrin Yoku llama a volver al origen, a lo que por naturaleza humana, era habitual y diario.
El hombre en sus comienzos estaba rodeado de naturaleza, árboles, vegetación y animales. Lo que tenemos hoy en día, sobre todo en las grandes ciudades, es lo antinatural.
Un niño por naturaleza salía a jugar en la tierra, trepaba árboles y cazaba insectos. Esto generaba la inmunidad natural que todos necesitamos.
Hoy por no tenerla, estamos expuestos a alergias, dermatitis y otras reacciones del cuerpo ante cosas que deberían ser comunes, pero que nuestro cuerpo identifica como extrañas y dañinas, por lo que se defiende con lo que tiene.
Estudios científicos japoneses concluyeron que la práctica del Shinrin Yoku, estimula la actividad de las llamadas células NK o Natural Killer, que desempeñan un papel natural contra virus y enfermedades.
¿Es necesario un guía experto para practicar el Shinrin Yoku?
Esto dependerá de tu experiencia en la naturaleza, tu capacidad de lograr entrar en un estado de relajación plena, olvidarte del estrés del día a día y entender que no estás de visita en la naturaleza, sino que somos parte de ella.
Cuando me ha tocado dirigir grupos de Shinrin Yoku, he podido darme cuenta que existen personas que son parte del entorno en forma espontanea y natural, que desde el momento que nos bajamos del vehículo sienten la conexión que buscan.
Sin embargo, hay otra personas que justamente lo que necesitan, es aprender a conectarse. Ser guiadas en un proceso de bajar la ansiedad, entender que es lo que están viviendo en ese momento, ver y sentir el entorno que en un principio son árboles, tierra, viento y agua, para de a poco, irse transformando en texturas, olores, colores, sentimientos y más…
Si además la persona que guía el grupo, es capaz de lograr un estado de compenetración entre los participantes y el entorno, los resultados son aun mejores. Porque no solo tendrás los beneficios del baño de bosque, sino también, los de sociabilizar y compartir con otros con tus mismos intereses y objetivos.
En próximos blogs, te seguiré contando de los beneficios de los Baños de Bosque, ¿Cómo desarrollarlos?, ¿En qué enfocarse?
Por ahora, te dejo un enlace a una guía de CONAF, promoviendo y dando tips para la práctica del Shinrin Yoku.
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